jueves, 11 de diciembre de 2014

Inspiración

Una historia no acabada pero interrumpida, un sentimiento latente, imparable, un hombre roto en lágrimas que reflejan el desorden interior que intenta ordenar en lo material.

Una culpa, una vergüenza disfrazada, una humildad falsa atacada con las constantes alusiones a un tema que, tan bueno como doloroso, vuelve indigno al más honrado. Una nueva distracción, un nuevo abrigo, un nuevo hogar robado del más pobre y desamparado corazón.

Una operación a corazón abierto sin anestesia, un corte en el más duro diamante, una aguja rozando el punto más débil de un hombre amenazando con punzar al primer movimiento en falso.

Un texto que otorga todo lo que calla y dice más de lo que habla. Una conciencia que se revuelve y actúa, caprichosa, como desea a cada instante siendo traicionera en momentos de necesidad y sensible cuando está fuera de peligro.

Un caos físico, anímico y mental que deja agotado a cualquiera y que, aunque soluciona el primero y palia el segundo, sufre el tercero hasta la extenuación cayendo en un sueño profundo en el que una historia no acabada, un sentimiento latente y un hombre roto en lágrimas se ordenan en una triste melodía de libre interpretación, en un cuadro oscuro, en una narración elaborada... o en un llanto silencioso.

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